8 d’abr. 2009

Transcripción de la escaramuza 68A de la Cruzada de purga de los Multiangeles sobre el Planeta Celsius




Cpt. Tomàs, al mando de la 3ª Compañia de los Multiangeles de la Muerte.
Sgt. Mayor Lars, al mando de la unidad de ataque Bravo.
Sgt. Tigran, al mando de la Escuadra de Asalto Longsword.
Sgt. Mich, al mando del escuadrón de Land Speeders Aquila.
Sgt. Dani, al mando de la escuadra Red Wolf, con un Rhino asignado.
Sgt. Ryder, al mando de la escudra de exploradores Razor alpha.
Jefe de escuadra Minhalm, mando táctico del Predator Destructor Cerberus.

Transcripción, en base a las comunicaciones efectuadas por los miembros antes listados:

Cpt. Tomàs - Sgt. Lars, informe de situación, cambio.
Sgt. Lars - Señor, acabamos de erradicar una unidad de exploración de las fuerzas enemigas, incluian 2 Salamandras de exploración.
Pocas bajas. Objetivo principal conseguido y asegurado.
A la espera de ordenes, cambio.
Cpt. - Dirijase a Alpha2 Beta3, sector Gamma. Concentración de unidades acorazadas con fuerte apoyo de infanteria. Las unidades Echo3 y Thunder4 estan en camino. Cambio y corto.
Lars - Recibido, Lars fuera.

Cambio táctico de canal de comunicaciones a la unidad de ataque Bravo
Lars - Bien, nenes, nos vamos pitando, el capi nos quiere en alpha2, bravo3, Gamma, y nos quiere allí para ayer!!!!
Sgt. Tigran, mueva a los suyos!
Tigran - Si señor, mis pajaros ya estan saltando, unidad Longsword, disciplina de cobertura.
Lars - Sgt. Mich acelere y alcancenos, se encontrará a Longsword por el camino...
Mich - A la orden.
Lars - Sgt. Dani, ya conoce las ordenes... arranque.
Mich - De inmediato.
Lars - Sgt. Ryder, avance a la columna e informe de cualquier novedad.
Ryder - Señor, Razor alpha ya esta ejecutando su orden desde hace 10 minutos...
Lars - Ryder, usted como siempre, leyendome el pensamiento.

Se adopta silencio por radio durante unos 33,2 minutos.

Ryder - Señor, detectamos fuerzas de flanqueo enemigas, probablemente sabian de nuestro avance.
Lars - Bien... preparaos para hacerles frente. No tenemos refuerzos, porque nosotros somos los refuerzos... así que ya sabeis... intentad evitar al enemigo hasta encontrarnos con Echo3 o Thunder4.
Manhelm - Sgt. Lars, nuestro auspex detecta una gran fuerza enemiga desplegada justo a nuestro frente, tras la colina, imposible evitar enfrentamiento. Permiso para entrar en combate?
Lars - Predator Cerberus, su objetivo es sobrepasar esa fuerza y unirse a Echo3, haga lo que crea necesario.
Tigran - Aqui Tigran, localizada unidad de infanteria ligera a las 9, entro en fase de aniquilación del objetivo.
Ryder - Fuerzas enemigas, 100-150 hombres de la FDP, 1 Leman Russ Demolisher. Abro fuego...
Lars - Multiangeles desplegaos!!! Abrios paso. No malgasteis la munición que cuando salgamos de esta, aún nos quedará un largo camino hasta la cena...

Fin de la transcripción de la Unidad de ataque Bravo (La unidad Cerberus llevaba el cogitador de memória de transcripciones y quedo seriamente dañado, tras recibir un impacto directo de 2 cañones Laser)

Enviado por Tecnomarine Mayor Lazarus a Comandante Heros, Señor de la Cruzada.

7 d’abr. 2009

Despues de unos meses

Bueno vuelvo a aparecer por mi blog despues de unos meses, sin escribir nada, ni tan siquiera aparecer a asomar la cabeza... puff... demasiados lios personales y sobretodo profesionales.

Así que bueno...

Actualmente no tengo tiempo para escribir ninguno de los textos ni de fantasia ni de Warhammer 40000, aún tengo alguno por publicar pero antes tendré que localizarlo.

Así que de momento y siguiendo con el tema de las FEMT, el equipo de Airsoft, hoy os mostraré el invento que hemos realizado dos miembros del equipo.

Esto es un L85A1



El L85A1 es el arma oficial del ejercito británico, por el momento. Tiene una larga historia de problemas, los cuales se subsanaron bastante bien con la versión A2, pero su mal nombre ya estaba en boca de todos.

En base al L85A2 se crearon 4 armas en la misma linea, pero con ciertas caracteristicas muy diferentes:
El L85A2 Carabina (más corta que su versión standard, pensada para equipos de fuerzas especiales y paracaidistas)
El L85A2 AFV (aún más corta que la anterior, supuestamente para CQB, o Close Quarter Combat, o combate urbano o cerrado)
Y el L86A2 LSW, una ametralladora ligera para dar soporte y cobertura a las patrullas en combate.

Foto de Familia:



Hasta aqui la introducción de la familia L85A1/A2.

En las FEMT, y sobretodo yo que soy un enamorado de este tipo de arma Bullpup, queriamos tener una LSW, pero en ese momento no teniamos la capacidad adquisitiva para poder comprar una, ya fuese el L86A2 de Star, o el M249 de cualquiera de las amrcas que en ese momento la tenian en venta.

Así que decidimos en base al L85A1 de Army China, remodelar el bicho hasta conseguir algo lo más parecido al L86A2, es decir pasar de esto:


a esto otro:



Pues bien, tras varios intentos, conseguimos dejarla así:




Más tarde el problema era conseguir suministrar suficiente munición para poder realmente apoyar a las tropas que avancen o defiendan, así que estuvimos probando varios sistemas hasta que encontramos que el cargador de la M249 minimi, podia funcionar pero quedaba colgando, así que le hicimos un soportito tal que así...




Con lo que al final ha quedado un resultado... como este:


El nuevo modelo L86A1 K (Kurtz) o Para (Paracaidista). ;)

30 de gen. 2009

El origen del nombre de las FEMT






(la foto del miembro de las FEMT estirado es Cabo Ruben)


Rondaba por aquello años mozos del 1987, cuando mis padres, me cambiaron de colegio.

Aquel primer dia de clase conocí al cabo Ruben, que en aquel momento solo era Ruben.

Para aquellas navidades mis padres no se les ocurrio otra gran idea que regalarme el mítico Cruzada estelar, y con ello Ruben, David (otro compañero de clase) y yo nos pasamos largas tardes jugando y pegandonos unas merendolas acojonantes...

Un par de años después y tras acabar las dos expansiones que sacarón para Cruzada, encontramos (otra vez gracias a mis padres) una tienda en Santa Coloma, de rol, donde además vendian unas miniaturas muy, muy parecidas a las del Cruzada.

Así que ni corto ni perezoso me metí en este mundillo de Warhammer 40000, y conmigo Ruben.

Despues de absorver todo el transfondo que nos daba el Rogue Trader, y siendo muy, muy jovenes, dejamos ir a nuestra imaginación y nos convertimos en Marines del espacio o Adeptus astartes... nuestra historia entre dos mundos continuó, hasta el punto que para poder unificar nuestra realidad con la que nos habiamos inventado, creamos una historia, donde se nos enviaba al pasado para repeler una invasión orka a la Tierra del siglo XX.

Así que en primer lugar se nos envió a Ruben (ahora ya cabo), Lliber (mi hermana, ascendida a Sargento), a mis amigos más cercanos y a mi, para repeler ese ataque.
Una vez conseguido, no teniamos forma de volver al futuro y nos quedamos en el siglo XX.

Con el paso del tiempo, y con envios desde el futuro, conseguidos establecer una base, reclutar a tropas y transformarlas en marines... hasta el punto que eramos una compañia de marines completa... En ese momento y ya siendo una institución en el pasado, nos otorgamos el nombre de Fuerza Expedicionaria de Marines en Terra, FEMT.

Muchos años despues, y con reminiscencias de nuestra común historia creamos este equipo de Airsoft... y que momento más ideal que aplicar el nombre de nuestra compañia, a la que a partir de este momento se convertiria en nuestra unidad de verdad.

Por este motivo, nuestro clan se llama FEMT.

PD.: Mi hermana hace ya muchos años que pasa del tema de los marines, aunque yo muchas veces sigo llamandola Sargento.

15 de gen. 2009

El rescate de Ithil 3ª Parte



El grupo ahora encabezado por Merennem y Beorn, se dirigió al castillo, sin ningún previo plan, al llegar ya se vería lo que hacer.

El grupo era una extraña mezcla de razas, donde enanos, elfos y sobretodo humanos se movían con sigilo hacia el distante castillo, donde seguro, iba a librarse una encarnizada lucha. Cuando Beorn dio la señal, todos desmontaron y dejaron a los caballos escondidos en un pinar cercano, luego los exploradores se adelantaron a investigar, y a los pocos minutos volvieron con grandes y peligrosas noticias, pues la guardia estaba formada por orcos y sobretodo trolls, la mayoría Ologs, los cuales obligados a retirarse de la batalla estaban bastante enfurecidos.

Las primeras flechas de los pocos arqueros del grupo hicieron mella en los resistentes trolls, y los experimentados guerreros cayeron sobre los desamparados orcos y trolls heridos, matándolos de una forma rápida y silenciosa.

Algunos sacaron cuerdas y garfios y empezaron a escalar la torre, otros abrieron la puerta, y el asalto no tardó en convertirse en una caótica batalla de corredizas y encarnizadas luchas de túneles. Así, ascendiendo piso a piso, el equipo llegó hasta el último nivel, donde además de Ithil, habían varios dúnedains atados a altares de sacrificio, dos magos estaban iniciando una lenta liturgia, cuando por las ventanas, Zipper, un hobbit y Miriel la mujer de Ithil entraron en la estancia, mientras Lunamir, Merennem y Beorn se lanzaban por la puerta.

Para su sorpresa, varias estatuas cobraron vida y se abalanzaron sobre ellos, la lucha se volvió muy desventajosa para los dos elfos, pues Merennem y Lunamir, eran mejores arqueros que espadachines, pero para Beorn fue su mejor opción.

Miriel sorprendió a un tercer mago con una oscura daga serpentina en la mano, la cual cayó al suelo mientras el conjurador era atravesado por la afilada espada de la medio-elfa, el arma entró por el estomago y salió por entre los hombros, atravesando así los pulmones para que no pudiese conjurar nada.

Mientras Miriel caía sobre el conjurador de túnica negra, Zipper liberaba a uno de los prisioneros, cortando las cuerdas de los pies y manos que le sujetaban.

Los otros dos magos acabaron su liturgia y viendo la situación empezaron otros conjuros.

El hobbit liberó a Ithil, y este reuniendo sus pocas fuerzas, se incorporó levemente quedándose sentado y viendo el espectáculo. Miriel se lanzo a sus brazos y le beso tiernamente en los labios, Ithil se dejo caer en la fuerte mujer y la abrazó. Pero ese no era el momento del reencuentro y separándose de su marido, se lanzó sobre uno de los magos.
Zipper continuó desatando a los pobres dúnedains y así los liberó a todos. La mayoría de ellos en buen estado, buscaron algún objeto que les sirviera como arma y ayudaron a los dos arqueros. Merennem en el momento que se zafó del hombre de piedra, le lanzó la espada a su padre, la espada cayó en las manos de Ithil, y al cogerla, la reconoció, era la suya, la alzó apuntando al tercer y libre mago que empezaba a invocar a algún ser de otra dimensión. La punta de la espada se puso incandescente, brilló fugazmente mientras una pequeña bola de fuego salía disparada contra este último enemigo.

La bola impacto en el pecho del mago, atravesándolo, y encendiéndole las ropas. Con este último gesto, Ithil se desplomó exhausto.
Miriel acabó con el pobre infeliz que había creado sobre sí mismo una espada y un escudo, pero que no tuvo ninguna oportunidad ante la embestida de la experimentada medio-elfa.

Las estatuas, al morir el último de los magos se resquebrajaron y se convirtieron en montones de polvo.

Dos pisos más abajo, los guardias luchaban con el resto de los asaltantes, y la llegada de refuerzos empezaba a sobrepasar las fuerzas de los resistentes rescatadores, ya en serios apuros.

Pero la llegada de los compañeros de los pisos superiores, ahuyentó toda posibilidad de perder la confrontación, rápidamente se retiraron del lugar donde sabían, que muchos enemigos aún podían perseguirlos.

Beorn cargaba con Ithil, y algunos dúnedains se ayudaban en el transporte de los heridos.

Recogieron los valerosos caballos, galoparon en dirección al campamento, mientras los orcoides enemigos les perseguían sin llegar a alcanzarles.

Días después la torre fue asediada y destruida por las fuerzas del Rey Elessar.

Miriel, al llegar al campamento, lo primero que hizo fue besar al cansado marido, mientras Merennem iba en busca de algunos sanitarios.

Beorn, abrazó, al delgado elfo. Zipper, hizo una reverencia agachándose hasta casi tocar el suelo con la cabeza.

Entonces Ithil, preguntó por su compañero de batalla, Woolkie. Al saber que estaba en cama, no hubo manera de convencerle que tenia que descansar, y ayudado por su bella esposa, se encaminó hacia el improvisado hospital.

En el camino se encontró con su primo, acompañado por dos o tres sanitarios dunadans, que se dirigían hacia la entrada del campamento.

Gil-Menel, se acercó al herido elfo, y vio con sorpresa que las heridas de Ithil estaban cerradas de una forma increíblemente efectiva, no así limpia. La medicina orca era realmente eficiente, pero excesivamente brutal.

En pocos días, Ithil Fangorn, volvió a estar en plena forma, pero eso sí, mucho más precavido.
Woolkie, tardó bastante más en recuperarse completamente, posiblemente también por su impenetrable tozudez, pues a los pocos días de levantarse, volvió a entrenarse y a la forja.

Los compañeros volvieron a sus tareas personales, y así la compañía se deshizo nuevamente, hasta que cualquiera de los compañeros necesitase, de nuevo, su ayuda.

De momento... Fin

14 de gen. 2009

El rescate de Ithil 2ª Parte


Pero un Olog-hai, vio la hazaña del pequeño guerrero y pensó que sería interesante medirse o aplastar aquel miserable enano, y se interpuso en su camino. Woolkie al ver el tamaño del enemigo, frenó su decidido ataque. Lo siguiente que sintió fue el gran mazazo, notó como sus ojos se oscurecían y que la sangre chorreaba desde su cabeza... antes de desmayarse vio como varias flechas se clavaban en la cabeza del Olog-hai que le había golpeado momentos antes...

Merennem espada en mano, estaba en el centro del combate sin darse cuenta que su padre, estaba siendo atacado, lo que sí le llamo la atención fue no notar la presencia del enano en mitad del fragor de la batalla... dejó avanzar a las tropas del rey y levantó la cabeza buscando a sus compañeros... descubrió al enano encaminado hacia un grupo de arqueros orcos. Merennem sonrió, pensó que Woolkie había buscado una lucha contra un número superior de enemigos... rió para sus adentros y se lanzó hacia el combate que seguía...

Cuando pudo volver a levantar la cabeza descubrió el objetivo del enano con aquel extraño encaramiento, sobretodo al ver a su padre caído en el suelo y rodeado de enemigos... rápidamente, envainó su espada y descolgó su arco, cargó una flecha y disparó en vano hacia uno de los orcos que ya estaban levantando a su padre... al ver que no conseguía alcanzar su objetivo por la distancia existente, miró al enano, se encontraba delante de un troll, un troll negro… un Olog-hai. Esta vez no podía fallar, el troll levantó su maza mientras el hijo de Ithil recargaba su precioso arco, la maza golpeo durante el vuelo de la flecha... la cual impactó en su objetivo, la dura cabeza del troll, atravesándola, pero no aún tranquilo con ello, mientras la primera flecha volaba, una segunda era disparada... impactando en la armadura de malla del muerto enemigo.

Varios orcos al ver caer a su comandante se lanzaron en desbandada, y las tropas del rey Elessar se abalanzaron sobre ellas, acabando con la sangrienta batalla. Pero Merennem no se paró, corrió detrás del carro que transportaba a su padre, pero no pudo llegar hasta él, pues varios orcos le salieron al paso, parando su persecución.

Después de arrebatar la mezquina vida de aquellos inferiores seres, inició otra vez la persecución, percatándose no obstante que nada podía hacer en ese momento y un grito de desesperación le salió al valiente silvano de su, normalmente, callada garganta.

Gil-Menel, el animista y primo hermano de Ithil, se acercó al herido enano, juntamente con otros dos humanos lo trasladaron hasta el hospital de campaña, donde improvisadamente, varios animistas y curanderos hacían lo que podían por los heridos.

Merennem volvió sobre sus pasos y vislumbro el brillo de la mágica espada de su padre, y la recogió, por lo visto no había tenido oportunidad ni de clavarla en ningún enemigo, pues esta estaba completamente limpia.

Así, desesperado, volvió al campamento, donde algunos compañeros de su padre les esperaban para poder comentar el día. Al verlo regresar sólo, preguntaron y cuál fue su sorpresa cuando el joven silvano les explicó lo ocurrido. Grim-Beorn, el nieto del fabuloso beórnida Beorn, se enfureció, recogió su espadón, y se lanzó hacia el campo de batalla donde su compañero había sido abatido.

Merennem, no se inmutó, ceno tranquilamente, y luego fue a visitar al acorazado enano y a su tío.
Woolkie, estaba durmiendo, con la cabeza vendada, y buena parte de torso y pecho también.
Pero Gil-Menel estaba aún trabajando, así que permaneció escaso tiempo con el hijo de su primo de sangre, lo justo para explicar el estado del enano y preguntar si se sabía algo de su hermano.

Después el silvano, buscó un frondoso árbol y se encaramó. Descansó, recostado en el tronco, sin poder dormir... Tres horas después escuchó la llegada de un jinete, apartó varias ramas y descubrió a Beorn hablando con uno de los guardias, este le dejó pasar, Merennem se preguntó que era lo que podía transportar el fornido explorador en el saco.

Cuando este llegó hasta las tiendas de los compañeros, dejo caer el saco, y la ronca voz de un orco se quejó. Vigilar las fronteras del Bosque negro con Dol-guldur, servía de algo, pues el lenguaje del orco era bastante comprensible para el joven silvano.

Bajó del árbol y se abalanzó sobre el saco, Beorn despertó al resto de la compañía.

Mientras se levantaban, Merennem puso en práctica alguna de las cosas que había aprendido del arte del señor oscuro, la tortura.

El orco, no tardó en dar respuestas al enfurecido joven, una de las preguntas que más asaltaba al grupo era porque razón se habían llevado el cuerpo del elfo. La respuesta encorazonó a algunos y desesperó a otros.

Ithil estaba vivo, pero capturado, y el objetivo era su sacrificio a los dioses oscuros, en un aparatoso conjuro.

Así, Beorn explico que las huellas, fáciles de seguir, conducían hacia una oscura torre, protegida por la guarnición restante de la batalla.
Aunque eran pocos enemigos, no se podía contar con los soldados del Rey, pues acababan de dejar una violenta lucha para entrar en otra. De esta manera un fornido grupo de aventureros se lanzó al rescate del amigo perdido. El orco quedó bajo la tutela de la guardia.

13 de gen. 2009

El rescate de Ithil 1ª Parte




No, aquel no era el momento de morir... su amigo estaba en la otra punta del campo de batalla, enfrentándose a dos grandes lobos, posiblemente wargos... y él no podía dejarlo morir...

Woolkie, aún con las 3 flechas clavadas en el pecho, dio un paso hacia el grupo de arqueros que le disparaban, su escudo paraba un gran numero de ellas, algunas conseguían alcanzarlo en los hombros y parte superior del pecho, todo y su gran y pesada armadura, tres flechas se habían alojado en su hombro, y pecho derecho, donde el escudo no le protegía.

El dolor era por supuesto soportable para un enano... pero sabía que si no actuaba rápido, su amigo moriría. Volvió a levantar la cabeza y descubrió que varios orcos también se dirigían hacia donde su élfico amigo luchaba... sabía, también, que Ithil no era un guerrero, era un mago, un engreído y poderoso mago, que en la lucha cuerpo a cuerpo no era muy hábil.

Detrás de él, una gran compañía de alabarderos dunadans se abalanzaba sobre un nutrido grupo de orcos, con algunos uruk-hais al frente. El impacto de las dos masas de humanoides hizo temblar el suelo y un griterío se escucho sobre el resto de voces.

Dio otro paso, y varias flechas impactaron en el escudo, tenía que abrirse camino entre los arqueros y llegar hasta el desobediente mago.

Ahora recordaba perfectamente sus palabras, al llegar a la planicie, Ithil comunicó a su acompañante que se teletransportaría detrás de las filas de los orcos, y desde allí usaría su magia sobre los enemigos. Sabiamente antes se colocó su capa mágica, la cual le hacia invisible a los ojos terrenos, Woolkie, sabía que no era una gran idea, aunque otras veces había funcionado, sopeso las palabras y así se lo apuntó, el noldor, lo miró y se rió - ¿otra vez? – preguntó el mago – cuantas veces te he dicho que no hay ningún problema... – el enano se guardó sus palabras y se dirigió a las primeras filas de luchadores, desde donde su hacha y su maza podrían hacer daño.

Luego, Ithil se materializó detrás de las filas orcoides, y colocándose la capa desapareció del mundo visible, pero por desgracia varios wargos lo vieron en el mundo de las sombras y se lanzaron contra él, antes de poder conjurar ninguno de sus hechizos de ataque.

Woolkie, entonces se dio cuenta del error de cálculo, y se lanzó entre las filas de orcos sin dejar de mirar el combate que libraba su amigo, abriéndose pasó sin problemas hasta que un grupo de arqueros orco lo vio. En ese momento la cosa cambió, nadie se interpuso entre los arqueros y el enano y de esta manera los avezados orcos dispararon a placer sobre el bien fornido enano.

En pocos segundos una lluvia de flechas le había alcanzado teniendo que protegerse del fuego enemigo, haciendo su avance muy lento.

Sin previó aviso vio como una mancha roja surgió de la nada, ante los dos grandes wargos, luego apareció la cabeza de Ithil, pálida, aun lo suficiente como para notar la palidez en un elfo de tez extremadamente blanquecina. A Woolkie se le inyectaron los ojos de sangre al ver como su amigo se iba desmayando ante las atentas miradas de varios orcos y los dos, ahora, agarrados wargos.

Woolkie, dejó caer su escudo y maza al suelo, mientras desenvainaba su gran hacha, la empuño con las dos manos y se lanzo, recorriendo los doce metros que le separaban de los arqueros. Llegó hasta ellos con varias flechas más clavadas en su pecho, pero su cólera le daba fuerzas a seguir. Varios de los enemigos al encontrárselo cara a cara huyeron, y los que se decidieron a desafiarle fueron seccionados, cortados y muertos por el enano; ahora sin nadie en su camino, se dirigió hacia el grupo de orcos que estaba recogiendo a su amigo y colocándolo en un carro.

Solo eran sesenta metros, una miseria, y recuperaría el cuerpo ya sin vida de su amigo...

9 de gen. 2009

Armaggedon 3ª Parte




La Campaña de Armaggedon ya había acabado, costosamente, pero Ghazkull había vuelto a perder.

Mis tropas y yo, aún permanecíamos acuartelados en nuestras naves, rodeando indefinidamente la órbita del planeta que nos había cobijado durante nuestros dos últimos años.

De mis fuerzas iniciales, menos de la mitad seguían vivas... y eso no era lo peor.
Cada herido... cada baja... cada muerto... cada nuevo destino y cada nuevo combate, me recordaban mis palabras antes de partir hacia este maldito planeta.

Mi juramento, no se había cumplido y siguiendo mis propias palabras, me negaba a volver a nuestra base monasterio, sin la cabeza de ese odiado enemigo.

Sabía que mis tropas seguirían siéndome fieles, como lo habían estado siendo desde que nos conocimos y se pusieron a mis órdenes.
Pero no por ello debía creer que su moral no se vería afectada.
Muchos amigos habían caído a mi lado... en mis brazos... a mis pies...

No podía dejar que sus muertes fueran en vano...

Mientras divagaba entre estos lúgubres pensamientos, sonaron varios golpes en el marco de mi celda.

- ¡Adelante! - grité.

La puerta se deslizó verticalmente y entraron mi hermana, la Sargento Libertat y el Cabo "La Polla" Rubén.
Se sentaron en los taburetes que había colocados a mi espalda; mientras ellos se acomodaban, miré por el ventanal blindado hacia el exterior.
La Infinita visión de la eterna oscuridad... llamada espacio, no hizo más que hundirme más en mi desesperación...

Me levanté, y girándome sobre mi mismo, vi las caras de, quizás, mis más fieles compañeros.

Sin entender muy bien su postura a las terribles circunstancias en las que nos encontrábamos, sus sonrisas, eran, sino, más que desconcertantes.

- Germi... - empezó mi hermana- tenemos una de las posibles ubicaciones de nuestro objetivo.
- Es más - prosiguió el cabo - tenemos la certeza de que Ghazkull esta allí...
- ¿¿¿Seguro??? - contesté incrédulo después de dos años persiguiéndolo...
- Lo suponemos por el gran número de orkoides estacionados en el asteroide...

Continuará...

5 de gen. 2009

Armageddon 2ª Parte

- Posición defensiva – grito el Capitán, las ordenes de combate dadas por el capitán raramente eran injustas, descabelladas o erróneas, aun así el Capitán aceptaba propuestas de alternativa a estas. Pero en este caso la orden era la apropiada.

Las tropas rápidamente se colocaron en semicírculo, buscando toda la protección posible entre los agasajos de la Thunderhawk estrellada.

Eran los pocos supervivientes de la misión de evacuación de la Granja de Rehidis, cerca de la Colmena Hades. Pero al despegar la última nave de transporte aparecieron 6 cazas enemigos, 5 eran kazabombarderos orkoides, pero la última... esa era una nave caótica, el equipo orko abatió dos de los transportes, antes de la llegada de los cazas Thunderbolt, pero el caótico, ataco sin más dilaciones a la Thunderhawk de tropas, y la daño lo suficiente como para tener que aterrizar de la forma más brusca posible.

Los pocos supervivientes al impacto de la Thunderhawk, recogieron todo el armamento posible, junto con todo lo necesario para el largo viaje de vuelta, hasta las posiciones amigas. Aunque los Thunderbolt habían visto la caída de la Thunderhawk “Amor al Emperador IV”, no podían saber si habían supervivientes.

Pero los orkos, si lo supieron, pues al retornar a la zona del impacto uno de los kazabombarderos fue abatido por un afortunado disparo de misil, que destruyo una de las alas de la voladora nave orka.

Poco después las tropas imperiales, aún recogiendo material de la maltrecha “Amor al Emperador IV” fueron localizadas y atacadas por dos de los kazabombarderos.

- Vamos, vamos- gritó la Sgt. antes de empezar a abrir fuego sobre el avión enemigo con su bolter.
Las tropas obedecieron rápidamente, moviéndose en zig-zag hasta encontrar algún recoveco en la configuración geográfica donde esconderse.

Hasta el momento las naves orkas no habían conseguido cazar a ninguno de los pocos multiangeles, que corrían despavoridos de un lado a otro.

Las comunicaciones seguían cortadas, ya que el emisor-receptor-repetidor de la Thunderhawk estaba completamente destrozado e imposible de reparar. La cual cosa hacia más complicada la precaria situación de los marines espaciales.

En estas condiciones, sin más suministros que los que llevasen encima, debían recorrer cerca de 1600 Km desde el punto en que se encontraban hasta la línea de defensa más próxima.

Aun así el Capitán, no desesperaba, tenia bajo sus ordenes cerca de 2 escuadras de valerosos Adeptus Astartes que harían pagar caro a cualquier enemigo que se interpusiese en su camino.

Ahora, a lo lejos se escuchaba un sonido, lejano y a la vez excesivamente cercano como para no pensar en un ataque terrestre.

Si se alejaban de la Thunderhawk perdían la poca protección que les brindaban los restos humeantes de esta, pero si se quedaban los refuerzos aéreos orkoides los arrasarían en cualquier momento...

Ciertamente era una elección difícil. Los hombres y mujeres a las órdenes del Capitán sabían muy bien que la muerte siempre estaba cerca, una muerte honrosa en combate, pues también conocían las actitudes de su señor hacia ese tipo de combate.

Así, sin recibir directrices, esperaban agazapados entre los escombros... esperando las ordenes de combate.

El cabo “La Polla” estaba rearmando su Lanzamisiles, mientras reprogramaba el misil para que siguiese las señales de calor de los reactores de los aviones orkoides; junto a él, el Capitán estudiaba el terreno, esperando poder tomar una decisión rápidamente.
La única persona en pie, era la Sgt., la temeraria hermana del Capitán, la cual vigilaba el cielo esperando poder indicar al cabo el siguiente objetivo a abatir.

Al fin, el Capitán se irguió, levanto la cabeza y dijo – Todos vosotros me conocéis, sabéis que adoro la lucha, sabéis que os amo como a hermanos y que cuando uno de vosotros cae, lloro; pero esta vez no deseo llorar por nada... nos retiraremos hacia el Sur, en grupos pequeños, avanzando de noche y descansando en las máximas horas de calor. Así espero veros a todos en la base de Tormentus dentro de 6 días, el que no llegue a la posición se le considerará como MIA, ¿queda claro? – Las tropas expectantes asintieron.

En total eran 18 marines. Se hicieron grupos de 4, intentando repartir las armas pesadas entre los grupos, pero la pareja formada por el Capitán y uno de los exploradores recién llegados, iría con armamento de mano.

De esta manera, la Sgt. junto con 3 marines se dirigieron hacia el Sudoeste. El Cabo, y sus 3 acompañantes hacia el Sudeste. Ivan, se dirigió hacia el sur directamente, y por último el otro Ivan se dirigiría hacia el sur dando un rodeo de varios kilómetros.

Pero el Capitán y su acompañante se encararon al norte, su misión era conseguir un emisor de comunicaciones y contactar con las fuerzas aliadas, consiguiendo la evacuación de las tropas en camino.

La Sgt. se negó a cumplir esa orden, sabia que aún consiguiendo contactar con las fuerzas imperiales su hermano no podría volver ni ser recogido en terreno hostil. Y, claro esta, no deseaba perder a su hermano.

- No y no... me niego, es una misión suicida, que no... – gritaba exaltada en la cara de su hermano.
- ¿No? Y que pretendes que haga, soy el de mayor rango y es mi elección... – continuaba el Capitán.
- Esta bien, y la mía es acompañarte – dijo ella – aunque eso signifique la muerte. – Rápidamente otros 6 ó 7 marines apoyaron la decisión de la Sgt..
- Sabes tan bien como yo, que nunca he tenido que ejercer mi mando sobre ti, sabes tan bien como el resto, que siempre os he dado libertad de movimientos, solo en combate y todo y así no he esperado que me siguierais al pie de la letra. Pero hoy... ahora, ¡esto es una orden!, que si no se cumple, se tratará como traición, y sabes como yo, de que manera se trata a los traidores.- expuso el Capitán.
- Bien si esa es tu postura, eres libre de morir y abandonarnos... – replico el Cabo.
La Sgt. se giró hacia el recién interlocutor y le dio un puñetazo en la cara, después se alejo cumpliendo las ordenes.

El Cabo después de recibir el puñetazo, se recuperó lentamente y después de abrazar a su amigo y capitán, se fue con sus designados en su dirección.

Ambos Ivanes se despidieron también, cada uno a su manera, y se dirigieron hacia el punto de encuentro por la ruta establecida.

Así el Capitán Lord Von Germinal Tomàs y la exploradora Raquel, la recién llegada a la unidad, se encaminaron a la que, posiblemente, ya sabían, muerte.

Durante un largo trecho las comunicaciones siguieron en funcionamiento, de esta forma, el jefe de grupo podía informar de sus progresos en la marcha a su Capitán, informándole de la situación de las fuerzas enemigas, y otras posibles noticias de importancia táctica.

Durante las 6 primeras horas de marcha la comunicación interna fue tranquila y fluida, luego empezaron los problemas, la distancia de los grupos, creaba interferencias, así, a la octava hora de viaje se perdió toda comunicación.

Al perder las señales de los grupos, Tomàs, decidió iniciar su camino. Lo primero fue recuperar una de las mantas de camuflaje, así como un rifle de agujas, de los exploradores muertos en el impacto, y así vestido, y armado, se dirigieron hacia el poblado de Aguilea, un pequeño grupo de granjas, arrasado, dos semanas antes por las fuerzas orkoides.

Raquel, callada, cosa rara en ella, iba delante de su señor, explorando y vigilando el frente, y Von se encargaba de la vigilancia de la retaguardia.

Exactamente no sabían dónde se encontraban pero era necesario seguir, Tomàs sabia que no podían andar muy lejos del posible objetivo, ya que mientras estaban siendo atacados distinguió los edificios antes de caer.

El grupo orkoide que se dirigía al grupo de impacto por tierra, aún sin saber la razón, no llegó al objetivo durante, al mínimo, las 8 horas después del impacto.
Aunque esto preocupó al Capitán, tranquilizo a Raquel. Después de 10 horas de marcha, en el desierto, vieron aparecer las ruinas de las granjas de Aguilea.
Acercándose sigilosamente, llegaron hasta el perímetro exterior de la población, y escucharon voces humanas, cosa que no podía ser... la zona llevaba arrasada dos semanas y se la consideraba perdida, y sin ningún superviviente.

Apunto de salir de su escondite, la pareja de marines, escucho las roncas voces de los vigilantes orkos, el poblado había sido reconfigurado como campo de trabajos forzados.

El objetivo era poder llamar a la zona imperial, no rescatar a humanos capturados, no aún... pero el problema estaba en que la torre de control Imperial, estaba en la otra parte del pueblo, así que deberían rescatar a los prisioneros... para poder acceder a la torre, y contactar con las fuerzas de evacuación, si la radio funcionaba...

- Mierda, ahora es cuando más necesitaría el apoyo del resto del equipo... – dijo el Capitán
- Pues... no están, así que no se como lo ves, pero un ataque directo lo veo un suicidio – comentó Raquel.
- Tengo una idea – siguió el capitán – me dejaré coger y iniciaré la rebelión entre los prisioneros...

Rápidamente Raquel negó con la cabeza – No creo que sea una buena idea, vamos Germi, ¡ni tú estás seguro de lo que estas diciendo! – Raquel acertó perfectamente en el objetivo, la idea de dejarse capturar repugnaba al Capitán, pero en ese momento era la única salida que le veía al problema.

Mientras se quitaba la armadura de combate, pensaba en las consecuencias de aquella locura... ciertamente no deseaba morir, pero no descubría ninguna otra respuesta...

Raquel por su parte no entendía las intenciones de su señor y amigo, pues aunque se conocían desde hacía bien poco, lo estimaba... y por ello no dejo de pensar en alguna otra solución, sabia que atacar al enemigo, no era factible, dos contra veinte era demasiado hasta para dos marines solos.

No, tenia que haber otra manera, pero cual, cual...

En ese momento varios disparos de bolter y explosiones, pusieron en alerta los sentidos de Raquel, la cual, ascendió hasta el primer nivel del edificio que tenía delante y pudo ver como varios marines estaban atacando la posición; ella sin dudarlo ni un minuto empezó a descargar su fuego sobre el enemigo, así en un fuego cruzado, los orkos empezaron a retirarse hacia un cobertizo, mientras los prisioneros corrían y se escondían donde podían.


La Sgt. Libertad, no lo dudó dos veces, una vez perdida la señal de radio con su hermano, cedió el mando a uno de los marines acompañantes y les dio la orden de cumplir el objetivo, ella volvía con su hermano y señor. Así, a marchas forzadas empezó a correr, siempre en dirección norte, sin parar, sin esconderse, sin temor a la muerte, pues si no llegaba al lado de su hermano le daba igual morir aquí que en cualquier otra parte, pues su hermano moriría sin remedio.

Después de correr durante largo rato, vio en la lejanía siete figuras a contrasol, se acerco con cautela, pues aún veía posibilidades de alcanzar a su hermano, al alcanzar una distancia de uno 150 metros, descubrió que eran marines, todos con capas de camuflaje de exploradores... encendió su comunicador y radió:
- A todas las unidades cercanas a mi posición, ¡identifíquense!
La respuesta no tardó en llegar – Aquí el Cabo Rubén de los Multiangeles de la muerte, estamos en misión especial, comunique su identificación, por favor... – la alegría de encontrar al resto de compañeros de armas hizo que se levantase y corriese hacia ellos... cuando llegó abrazó al cabo y le pidió perdón por el golpe.

Así, se dirigieron hacia donde las pisadas de un marine, y unas huellas muy ligeras de, seguramente, la exploradora Raquel, les guiaban.

Al anochecer, descubrieron hacia donde dirigían los pasos, hacia la colonia de Aguilea. Pero aún les quedaba un largo trecho, nada comparado con el que acababan de hacer.

Realmente el grupo estaba formado por los más cercanos al Capitán, ambos Ivanes, Inés, Óscar, Alberto, el cabo Ruben y la Sgt.

A la distancia de no más de 2 Km, descubrieron enterrado a un Land Raider, el “Terra salvada”, estaba sin armamento operativo, y enterrado parcialmente, Libertad se acercó y hablo con el espíritu del vehículo, deseaba volver a cargar contra el enemigo.

Así los ocho marines iniciaron el rescate de la máquina de guerra, y después de desenterrarla hasta la mitad, las orugas consiguieron zafarse de la mordaz arena. El vehículo estaba en perfectas condiciones de transmisión, así como de movilidad, por lo tanto los marines accedieron al interior del transporte y recorrieron la última distancia hasta el pueblo

Los sensores del mismo descubrieron al enemigo, unos 50 orkos, más 30 formas humanas y dos de marines...
Esto aún alegro más a la Sgt., pues su hermano, significaba, que aún estaba con vida.

Pero en el último instante la señal de su hermano desapareció, dejando tan solo la señal de la exploradora y añadiendo una más a las formas humanas... la desesperación alcanzó a los marines, su amigo estaba muerto... su misión había fracasado... de todas maneras eliminarían a todos los enemigos de la zona... y esperarían a los transportes de evacuación.

Descendieron del vehículo y se dirigieron a paso firme hacia el centro del pueblo... entraron disparando todo cuanto estuviese a su alcance y sobre las malditas formas orkoides, estos no se amedrentaron y respondieron al fuego.

Tomás, viendo la situación y sin tiempo de volver a colocarse la servoarmadura, recogió su espada y se lanzó sin ningún tipo de defensa sobre el enemigo por la retaguardia, para cuando los orkos se dieron cuenta del peligro de su retaguardia estaban siendo atacados por 3 lados, y el más débil era el payaso ese armado con una espada y una pistola que estaba detrás... así los orkos se dieron la vuelta hacia el Capitán y en ese momento el Land Raider apareció detrás del asediado Capitán, el cual fue alcanzado por fuego enemigo en varias zonas del cuerpo... en poco rato los orkos fueron reducidos, y las naves de evacuación estaban en curso... La Sgt. se acercó a su hermano, se arrodilló ante él y quitándose el casco, le beso en la frente.
– Te lo dije – prosiguió, mientras el resto de hermanos de batalla se acercaba, uno fue hasta el Land Raider para recoger el botiquín, pero la Sgt. le hizo volver – No, no hace falta...
- Sí, sí hace falta... – y tosió el capitán – estoy vivo, aunque si sigo así no por mucho tiempo... – un coagulo de sangre salió por su boca, derramándosele hasta el suelo.

Raquel, corrió hasta el cercano Land Raider y trajo el equipo de primeras curas, al poco rato la mayoría de hemorragias estaban controladas, pero si el equipo de evacuación no llegaba pronto, su Capitán moriría.

- Maldita sea – dijo el Cabo, mientras veía acercarse a un Dreadnought orko de entre los edificios.
Recargó su arma, el lanzamisiles, mientras el resto de marines lanzaban granadas perforantes sobre el tanque andante.

Este sin inmutarse siguió su marcha disparando sobre todos los marines, impactando en unos u otros indistintamente, algunos llegaron a herir otros simplemente lanzaron a los marines hacia atrás por la fuerza del impacto.

- Hoy es un buen día para morir... – se dijo a sí mismo Alberto mientras se lanzaba a la carga hacia el Dreadnought.

Pero no llegó a él, el Land Raider aceleró velozmente y golpeó al enemigo, el golpe hizo volar la armadura andante uno 12 metros incrustándola contra un muro de plastiacero y destruyéndola, pero el Land Raider se dejó marcada la forma de la guarra de combate sobre su oruga y entrada delantera, lo que hacia que para él vehículo, la guerra hubiese acabado.

Pocos segundos después dos Thunderhawk y la Tomahawk de los Multiangeles se posaron sobre su posición, evacuando a todos los presentes...

Durante dos semanas el Capitán y varios de los heridos y magullados marines estuvieron en el Hospital de campaña, pero la lucha continuaba, y ellos tenían que volver al combate... como siempre...

Armageddon 1ª Parte


Me llamo Germinal, soy capitán de la tercera compañía de los multiangeles de la muerte, un capitulo de marines de rara concepción... Entre las unidades del capitulo, encontramos a marines de todos los capitulos entre las fuerzas del ejercito, entre ellas se encuentra mi unidad de Angeles Sangrientos, mis chicos y yo estuvimos en la segunda batalla de Armageddon, y sufrimos una dura derrota ante las fuerzas personales de Ghazkull Uruk Thraka, ese maldito...
Bien, esa fue la razón por la cual se me traslado a mi actual destino... realmente, nunca, aun después de 5 décadas de lucha contra cualquier enemigo del Imperio han conseguido que me sienta redimido por mi fallo, mis hombres más leales, los que estuvieron conmigo en Armageddon están en la misma posición que yo.

Cuando en la red de transmisiones llegó el mensaje del ataque orko al sector Armageddon de nuevo, encontré la manera de redimir mi error, debía volver allí y matar al propio Ghazkull.

Así, con ese pensamiento en mi cabeza me dirigí a mi señor, el cual me dijo:
- Si... entiendo tu postura... pero, siento decirte esto, sé que eres un noble soldado, has luchado a mi lado y nos hemos salvado la vida varias veces, pero esta vez... no, no puedo concederte ese privilegio, no, estamos demasiado lejos de la zona de guerra.
- Pero... mi señor... – conteste – ahora estamos tranquilos, mi Compañía necesita entrar en acción y redimirse, señor... necesito cumplir este objetivo... sabe que nunca le he pedido nada, pero...
Rápidamente, Heros, el señor del Capitulo, me interrumpió – ¡¡¡¡No!!!! ¡He dicho que no es posible, así que acata mis ordenes!

- Esta bien, si no me concedéis este cumplimiento ante el Emperador, ¡¡¡me lo tomaré por mi mano!!!!
- ¡¡¡¡¡No creo que lo hagas, Capitán Tomás, no... sino deberé considerarte un desertor!!!!!

De esta manera me retiré a mis aposentos, reuniendo a mi compañía dos horas más tarde en el centro de operaciones.

Una vez reunidas mis tropas, les expuse mi conversación con el señor del Capitulo, y les propuse tomarnos la Justicia del Emperador, por nuestras manos, llevándola hasta Armageddon.
Mis más fieles tropas aceptaron seguirme sin pensárselo ni un instante, me conocían y yo ya sabia su contestación, pero algunas de las unidades de mi compañía, agregados de otros capitulos, los cuales no sabia como reaccionarían, no entendieron el motivo de la reunión, si el Señor del capítulo había ordenado que no... se negaron a acompañarme, nunca entenderían realmente mis sentimientos ni mis objetivos, aunque otras, aun corriendo el riesgo de convertirse en marines errantes, se unieron a mi causa, Así, con algo más de la mitad de mis fuerzas de Compañía, embarcamos en nuestro Transporte, y desobedeciendo todas las advertencias, lanzadas desde la Base Monasterio, partimos hacia nuestro ya conocido Armageddon.

Después de dos semanas de viaje por el Espacio Disforme, llegamos a Armageddon, mis soldados estaban deseosos de luchar, deseaban erradicar la presencia orka, les arengué y les informe de nuestra situación:
- Mis fieles tropas, otras veces hemos estado en situaciones potencialmente más peligrosas, y de todas ellas hemos salido indemnes, hemos llorado y recordado a nuestros hermanos de batalla caídos por nuestros enemigos, pero esta vez... debemos regresar con la cabeza de Ghazkull a nuestra fortaleza o no regresar, ese es nuestra misión.

Hombres y mujeres se miraron preguntándose si realmente habían hecho bien en seguirme, pero al instante la Sargento Libertad, mi hermana, les indico que estaban allí para servir los deseos del Emperador y que si deseaban hacerse atrás, tan solo debían esperar en la nave hasta que la guerra acabase y entonces volver a la Fortaleza Monasterio, eso sí, sin ningún honor de batalla y siendo considerados desertores!!!!

Al acabar mi oficial de transmisiones me informó de la comunicación recibida, debíamos poner nuestras fuerzas al servicio del resto de tropas de Armageddon.

Horas después nos presentamos a recibir ordenes, tranquilamente informé de mi objetivo al Comandante de la Guardia Imperial y a uno de los señores de Capitulo allí presentes, me daba igual donde debiese luchar, siempre que estuviese cerca de Ghazkull.

Así debía ser y así sería.

Comuniqué a mis chicos que descendieran en las Thunderhawk, con ellos mis pocos Land Raiders, Rhinos y Predators que se habían unido a mi causa. Pero sobretodo el Dreadnought, su espíritu nos guiaría en la dura campaña que nos esperaba.

Así, mis fuerzas, eran de:
- 73 Hermanos de combate.
- 3 Land Raiders.
- 5 Rhinos.
- 3 Predator Destructor y 2 Predator Annhilator.
- Y el Dreadnought Venerable.

Todo y así, todas mis fuerzas estaban motorizadas, lo cual nos daba una movilidad superior al resto de unidades de infantería y evidentemente una muy superior potencia de fuego.

Nuestro primer objetivo, recuperar una granja de la zona Sur de la colmena Infernus, donde se suponía los orkos habían establecido un campamento de reparación de vehículos, pero aunque se esperaba una gran resistencia, mis hombres debían erradicar aquella espina para poder rebajar la presión de las fuerzas de Infernus, evitando la reconstrucción y/o reparación de los vehículos orkos dañados o destruidos durante aquel día.

La situación no era muy propicia, la zona rodeada por un gran número de unidades orkas, era un barril de pólvora, nos acercamos al objetivo, intentando evitar ser detectados, y por supuesto erradicando cualquier enemigo que nos detectase, cosa que nos hizo perder dos preciosas horas de nuestra corta noche. Realmente los Land Raiders demostraron su valía reduciendo rápidamente a los enemigos más peligrosos, aunque suponíamos que no habíamos sido detectados, envié a los exploradores por delante de la fuerza principal, a pie, debían recorrer una zona de más de 3 Km hasta llegar al objetivo. Los 8 miembros del equipo de exploración, trabajando por parejas, eliminaron a los pocos centinelas que encontraron, y así a los 45 minutos, una pareja regresó, todo estaba muy tranquilo, habían varias Lataz Asesinas rondando, a más de varios tanques orkos, pero estaban en reparaciones en su mayoría.

Sopese las opciones y decidí enviar a los Land Raiders por el lado derecho, la entrada principal al complejo de reparaciones, donde se enfrentarían a la más férrea defensa, aunque su Superblindaje debería resistir todo ese fuego y reducir a sus enemigos.

Los Predators, atacarían por el flanco izquierdo del complejo, el cual estaba delante nuestro, y los Rhinos y el Dreadnought atacarían por la parte trasera de la granja destruida, asaltando rápidamente las desbordadas defensas orkas.

Monté en el Rhino de mando y recite una de las frases que recordaba haber leído en la biblioteca de la Base Monasterio, - Hoy aprendí que el obstáculo más grande es el miedo, hoy aprendí que el mayor error es darse por vencido, hoy aprendí que el mejor maestro es el ejemplo... Avanzad con el poder del Emperador en una mano y el bolter en otra!!!!! Ajusticiad a los enemigos de la humanidad y que conozcan el miedo!!!!!!!

Todos los vehículos avanzaron rápidamente, aunque era campo abierto la noche y la nula presencia de centinelas, eliminados por nuestros precisos exploradores, hizo que la defensa orka no nos detectase hasta estar a menos de 500 metros de sus posiciones, también ayudo que los trabajos de reparación de los Mekanikos orkoides hiciesen el suficiente ruido como para no escuchar nuestros motores rugir.

Así, el Land Raider Fuerza máxima, disparo eliminando a uno de loa tanques ya reparados, esto conmocionó nuestros enemigos, los cuales empezaron a montarse en sus cacharros con ruedas e intentar destruir a las fuerzas atacantes, los Land Raiders; pero en ese momento descubrieron que no eran los únicos atacantes, los Predators asaltaron el flanco destruyendo a los mal colocados tanques de primera línea, los cuales habían empezado a disparar a los Land Raiders, esto indujo a las fuerzas orkas a empezar a replegarse hacia la granja semiderruida atrincherándose con todo tipo de armas antitanque, para su suerte los propios vehículos orkos obstaculizaron la línea de visión de mis tanques a esa posición y se dedicaron a acabar con las pocas unidades de vehículos ligeros que intentaban abatirlos.

Evidentemente cual fue la sorpresa de las unidades orkas atrincheradas en la granja cuando en vez de ver venir a los majestuosos vehículos imperiales se encontraron con cerca de 60 marines asaltando su posición, con armamento de combate cuerpo a cuerpo, yo mismo estaba entre mis hombres buscando a mi objetivo, Ghazkull, aunque evidentemente no creía que estuviese allí, mi espada arrebato 23 vidas antes de volver a ser enfundada en su vaina, mis tropas, después de destruir a los enemigos, se reagruparon rápidamente, desapareciendo con nuestros 6 heridos, sabíamos que nuestro ataque no pasaría desapercibido y que rápidamente nos buscarían, el Emperador esta vez nos había protegido, pero no tanto como yo deseaba, dos de mis Predators debían ser remolcados por el resto de vehículos, estaban sin orugas, esto, claro, retraso mi movimiento de regreso.

Con los orkos pisándonos los talones, y amaneciendo, mis posibilidades de no enfrentarme a una fuerza superior orka se iban reduciendo drásticamente, así que volviendo a usar las grandes posibilidades de mis vehículos, hice que los Rhinos remolcasen a sus hermanos guerreros, mientras mi fuerza acorazada, se desplegaba en retaguardia y en los flancos con las torretas dirigidas hacia atrás.

Pero nuestros perseguidores, rabiosos por la destrucción del complejo y la muerte de los mekanikos se acercaba muy rápidamente, pronto los Land Raiders ya estaban disparando, retrasando al máximo la fuerza atacante, aunque sabía que si nos alcanzaban la mayoría de mis transportes de tropas y sus pertinentes marines morirían a manos de los pieles verdes.

Así cuando los Rhinos consiguieron una ligera ventaja sobre nuestros perseguidores, recordé una leyenda de Terra del siglo XX, un comandante de una fuerza acorazada, había enterrado a sus tanques sin combustible en la arena del desierto para así retrasar el avance enemigo y conseguir un tiempo vital para su reagrupamiento, así, que ordene a mis fuerzas de retaguardia enfrentarse abiertamente a los atacantes y retrasarlos durante algunos minutos.

De esta manera enterré a los dos Predators que estaban retrasando mi retirada, aunque no creía poder volver a buscar a los espíritus máquina de ellos, les prometí que haría lo posible por recuperarlos una vez pasado el peligro.

Una vez dispuestos, hice avanzar rápidamente a los Rhinos y pedir refuerzos para esperar a los orkoides, así una vez planteada la defensa, hice retroceder a los Predators, los cuales habían seguido haciendo fuego de cobertura a los Land Raiders, los cuales llevaban todo el peso de la lucha.

Después fueron los Land Raiders los que se retiraron a toda velocidad, otra vez con las torretas al revés de su posición estandard.

Increíblemente, ninguno de los tanques envueltos en la misión de retraso se vio dañado de seriedad y así con solo dos posibles perdidas, me retiraba de la zona del objetivo.

Pero nuestra suerte debía haber acabado, o Gorko y Morko habían desplazado al Emperador sobre nuestras cabezas... debía desechar esos pensamientos, inducían a la debilidad, el problema un Kazabombardero Orko, todas mis unidades lanzaban salvas y salvas de munición cada vez que el aparato volador nos sobrepasaba... pero sin poder alcanzarlo, uno de los Land Raiders, el numero 3, el Tigre de Limnos, fue alcanzado por una de las bombas orkas, perdiendo su estructura superior y su oruga derecha.
Los marines que estaban en el interior, aún que vivos, estaban expuestos a las ráfagas de akribillador del Kazabombardero, como mis fuerzas estaban menguadas, no podía dejar morir a mis hombres en aquel desierto, así que ordene a mi conductor, - vuelve a por ellos, vamos aprisa, y zigzaguea todo lo que puedas... – cogí el comunicador y hablé – A todas las unidades no se paren, lleguen hasta el punto de encuentro... .

Me giré a mis hombres, y mirando al jefe de unidad, el cabo, armado con su lanzamisiles, le indique que abriese la escotilla superior y se preparase, seria un único disparo, o acertaba o se acabó la campaña para todos nosotros.

El kazabombardero descubrió al Rhino que se dirigía al Land Raider tocado, y se decidió a destruirlo, iniciando un picado a reducida velocidad, para no fallar el disparo.

El cabo abrió la escotilla, saco la punta de arma y su cabeza, localizo en el cielo al aparato orkoide y lo señalizo en el visor, el misil preparado para ser disparado fue bendecido por el tecnomarine que nos acompañaba. Cuando el Rhino estuvo lo bastante cerca del Tigre de Limnos, como para recoger a los supervivientes, el kazabombardero se ponía al alcance del lanzamisiles del cabo, y este no disparaba, el resto de mis tropas se empezó a poner nerviosa por la tardanza del disparo, todos excepto la Sargento Liber y yo, empezaron a gritarle y a hostigarle a que disparase, él tranquilamente esperó, poniendo los nervios de mis chicos a mil, y en el momento en que nuestro amigo orkoide se decidía a lanzar su mortífera bomba, el misil se deslizo del tubo, dirigiéndose directamente al vientre de carga del Kazabombardero, cuando la bomba empezaba a salir de las escotillas del aparato el misil lo impacto produciendo una doble explosión que hizo partir en dos al maldito perseguidor.

De esta manera, los supervivientes se subieron al vehículo rescatador y aunque no cabrían en el interior se colocaron encima de la carrocería, huyendo de los perseguidores terrestres, los cuales habían conseguido sobrepasar a los dos Predators enterrados.

Mientras corríamos por el desierto hacia una de las pocas zonas seguras de la zona, dos cazas Thunderbolt y un Marauder, nos sobrevolaron y empezaron a masacrar a los desprotegídos vehículos orkos.

Días después, se pudo recuperar el cuerpo de Tigre de Limnos y uno de los Predators enterrados, ambos vehículos estaban en muy malas condiciones, pero los Tecnomarines nos aseguraron su recuperación lo más rápidamente posible.

Aún así, mis móviles fuerzas se vieron diezmadas, aunque realmente, la presión acorazada sobre nuestras fuerzas en la colmena Infernus, se redujo, mi objetivo no se había cumplido.

Ghazkull Uruk Thraka seguía con vida... mi redención no estaba cumplida, pero pronto llegaría, de eso estaba seguro.

3 de gen. 2009

Piloto de combate




Piloto – Roger sargento.

El caza Thunderbolt sobrevoló el campo de batalla, todo estaba inerte. Nada se movía, el atardecer normalmente rojizo, era gris oscuro, con aquel paisaje de terror.

Piloto – Sargento, no queda nada... todo está destruido... desintegrado!

El caza viró hacia la derecha para volver a la base y entonces lo vio, el reactor de fusión del titán Warlord, había sido impactado, la reacción en cadena hizo que explotase como una bomba nuclear.
A lo lejos se distinguían los restos de un gargante sin la mitad del cuerpo, había un rastro en el suelo del empuje del impacto.

Piloto – Señor, el reactor del titán explotó, señor.

Sargento – Bien, salga de la zona, piloto.

El piloto, volviendo, hizo una pasada baja y descubrió un Land Raider casi intacto; en principio el vehículo era de ambiente cerrado y por lo tanto deberían haber supervivientes.

Localizó lo que le serviría como pista de aterrizaje, es decir una zona llana. Y aterrizó.

Con su traje estanco se dirigió al Land Raider.
Era el Tiger XIII, un vehículo de mando.
Miró la zona, todo eran huesos, estaba a más de 2 Kilómetros del titán y la onda expansiva había hecho estragos.

El Tiger XIII estaba detrás de una colina y por eso la onda expansiva no lo tocó, pero ahora estaba medio enterrado.

Cualquier otro piloto habría vomitado con aquella visión de cuerpos muertos, pero él era un veterano, había sobrevivido a seis campañas, entre ellas una contra tiránidos, esa fue la única vez que tuvo miedo.

Toda su escuadra había muerto en aquella campaña, y el fue trasladado a un nuevo ejercito.
Gracias a ellos volvía a estar en acción.

Acabábamos de llegar al planeta cuando una onda electromagnética (PEM), barrió la zona de despliegue y nos dejó sin comunicaciones con las tropas del frente.

Mi misión era muy sencilla, saber que coño había pasado y ver la línea de frente, y ya lo había hecho.

Capitán - Cabo Wells, aquí el Capitán Rogelius.
Piloto – Sí, ¿señor?
Rogelius - ¿A qué se debe su retraso a la vuelta a la base?
Wells – He aterrizado...
Rogelius – ¿Por qué motivo?
Wells – He descubierto un Land Raider intacto, es el Tiger XIII, señor.
Rogelius – ¿El que lleva al teniente Kjornov del III ejercito praetoriano?
Wells – Sí señor, ese mismo. Señor.
Rogelius – Ahora le envío una Valkyria, espere cerca del objetivo.
- Si capitán – contestó el piloto.

El Túnel




El Sargento Roc nos ha otorgado la misión de exploración a Manshington y a mí, no solemos tener miedo pero desde hace unas semanas en este puto planeta ocurren cosas, me quedan 3 días para licenciarme y volver a mi granja.

El pasadizo encontrado debajo de la Catedral, esta oscuro, aún con las linternas encendidas.
Agarró como puedo mi nueva arma experimental, el Rifle hellblaster III, es decir un Bolter más un lanzagranadas auxiliar.

El suelo esta viscoso y hace frío, a lo largo del túnel todas las fugas de agua parecen siseos.
Mans, el hombre más rudo que conozco, es decir lo más parecido a un ogrette, tiene pánico, lo veo en sus grandes ojos.
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Dos horas después llegó el Inquisidor Acecius, habló con el Sargento, a los 10 minutos sellamos el túnel con una unidad I.C.A. en el hoyo.

El Sargento nos explicó que Mans y Thornelius debían haber salido hacia hora y media y que se les daba por MIA (desaparecidos en acción).

Seguimos 2 semanas más en el planeta, el inquisidor había tomado el mando y había reformado las defensas, había fortificado y cortado las calles principales, había toque de queda y se habían pedido refuerzos urgentes, y aún no sabíamos por qué.
Las Sorotitas y los Arbites estaban por todas y en todas partes.

La noche llegaba a primera hora de la tarde y se hacían guardias; era la 3ª guardia y detecte movimiento en las afueras, encendí el foco, ¡¡¡¡Madre de Dios!!!!
Miles y miles de humanoides deformados, 3 y 4 brazos, cabezas alargadas,... ya estaban en las primeras barricadas.
Escuche disparos, mis compañeros empezaban a disparar sus rifles Hellblaster.
Di al botón de alarma.
3000 Guardias de armaron, 200 Sorotitas y 175 Arbrites se defendieron, los cañones tronaron.
La munición empezó a desaparecer, tuvimos que recurrir a los rifles láser.
El Inquisidor ordeno calar bayonetas, ya los teníamos encima.

En el preciso momento de la carga una Thunderhawk se precipitó, disparó y desembarcó a sus protegidos; 30 marines, un predator y un Rhino por montar descendieron en el centro de la ciudad.
Diez marines se dirigieron al Rhino, en 240 segundos ya estaba montado y en pleno funcionamiento.

Las brechas abiertas por nosotros fueron hechas corredores por el Adeptus Astartes.
Ahora también veíamos fuegos detrás de las filas mutantes.

A lo largo de la noche más de 100 Thunderhawks bajaron del cielo. Aquella noche todo acabó.
Las bajas en ambos bandos fueron elevadas pero en los Marines solo fue un 0,5% del total Imperial.
La Campaña de Exterminio duró algo más, pero nos encargamos solo nosotros.

Encontramos los cuerpos de bastantes eclesiarcas de la Catedral y de Mans y Thornelius, algo había crecido dentro de ellos, algo maligno, algo desafiante, algo...
- Sargento, aquí huele a Azufre
- ¿Como?
- Si señor, aquí huele a Azufre.
- Pero eso no es posible...
El planeta cayó en dos días en manos del Caos, había sido una estratagema perfecta. NADA se pudo hacer.

2 de gen. 2009

Bienvenidos / Benvinguts / Welcome

Bueno, aunque como catalán que soy, deberia escribir en mi lengua, lo haré mayoritariamente en castellano, ya que de esta manera será menos complicado que la mayoria de usuarios me entiendan y lean.

Os doy la bienvenida a este blog, donde encontrareis un poco de todo, pues pienso usarlo para dar a conocer todas y cada una de mis aficiones, compartiendolas, con tod@s vosotr@s.

Entre ellas cabe destacar a mis hijos, el Airsoft, la lectura, las peliculas, el rol, warhammer 40000, el snowboard, y muchisimas cosas más.

Espero y deseo que os guste comentar conmigo y con el resto de bloggers alguna de mis aficiones y así enriquecerme y enriqueceros.

Saludos y de nuevo sed Bienvenidos!!!