14 de gen. 2009

El rescate de Ithil 2ª Parte


Pero un Olog-hai, vio la hazaña del pequeño guerrero y pensó que sería interesante medirse o aplastar aquel miserable enano, y se interpuso en su camino. Woolkie al ver el tamaño del enemigo, frenó su decidido ataque. Lo siguiente que sintió fue el gran mazazo, notó como sus ojos se oscurecían y que la sangre chorreaba desde su cabeza... antes de desmayarse vio como varias flechas se clavaban en la cabeza del Olog-hai que le había golpeado momentos antes...

Merennem espada en mano, estaba en el centro del combate sin darse cuenta que su padre, estaba siendo atacado, lo que sí le llamo la atención fue no notar la presencia del enano en mitad del fragor de la batalla... dejó avanzar a las tropas del rey y levantó la cabeza buscando a sus compañeros... descubrió al enano encaminado hacia un grupo de arqueros orcos. Merennem sonrió, pensó que Woolkie había buscado una lucha contra un número superior de enemigos... rió para sus adentros y se lanzó hacia el combate que seguía...

Cuando pudo volver a levantar la cabeza descubrió el objetivo del enano con aquel extraño encaramiento, sobretodo al ver a su padre caído en el suelo y rodeado de enemigos... rápidamente, envainó su espada y descolgó su arco, cargó una flecha y disparó en vano hacia uno de los orcos que ya estaban levantando a su padre... al ver que no conseguía alcanzar su objetivo por la distancia existente, miró al enano, se encontraba delante de un troll, un troll negro… un Olog-hai. Esta vez no podía fallar, el troll levantó su maza mientras el hijo de Ithil recargaba su precioso arco, la maza golpeo durante el vuelo de la flecha... la cual impactó en su objetivo, la dura cabeza del troll, atravesándola, pero no aún tranquilo con ello, mientras la primera flecha volaba, una segunda era disparada... impactando en la armadura de malla del muerto enemigo.

Varios orcos al ver caer a su comandante se lanzaron en desbandada, y las tropas del rey Elessar se abalanzaron sobre ellas, acabando con la sangrienta batalla. Pero Merennem no se paró, corrió detrás del carro que transportaba a su padre, pero no pudo llegar hasta él, pues varios orcos le salieron al paso, parando su persecución.

Después de arrebatar la mezquina vida de aquellos inferiores seres, inició otra vez la persecución, percatándose no obstante que nada podía hacer en ese momento y un grito de desesperación le salió al valiente silvano de su, normalmente, callada garganta.

Gil-Menel, el animista y primo hermano de Ithil, se acercó al herido enano, juntamente con otros dos humanos lo trasladaron hasta el hospital de campaña, donde improvisadamente, varios animistas y curanderos hacían lo que podían por los heridos.

Merennem volvió sobre sus pasos y vislumbro el brillo de la mágica espada de su padre, y la recogió, por lo visto no había tenido oportunidad ni de clavarla en ningún enemigo, pues esta estaba completamente limpia.

Así, desesperado, volvió al campamento, donde algunos compañeros de su padre les esperaban para poder comentar el día. Al verlo regresar sólo, preguntaron y cuál fue su sorpresa cuando el joven silvano les explicó lo ocurrido. Grim-Beorn, el nieto del fabuloso beórnida Beorn, se enfureció, recogió su espadón, y se lanzó hacia el campo de batalla donde su compañero había sido abatido.

Merennem, no se inmutó, ceno tranquilamente, y luego fue a visitar al acorazado enano y a su tío.
Woolkie, estaba durmiendo, con la cabeza vendada, y buena parte de torso y pecho también.
Pero Gil-Menel estaba aún trabajando, así que permaneció escaso tiempo con el hijo de su primo de sangre, lo justo para explicar el estado del enano y preguntar si se sabía algo de su hermano.

Después el silvano, buscó un frondoso árbol y se encaramó. Descansó, recostado en el tronco, sin poder dormir... Tres horas después escuchó la llegada de un jinete, apartó varias ramas y descubrió a Beorn hablando con uno de los guardias, este le dejó pasar, Merennem se preguntó que era lo que podía transportar el fornido explorador en el saco.

Cuando este llegó hasta las tiendas de los compañeros, dejo caer el saco, y la ronca voz de un orco se quejó. Vigilar las fronteras del Bosque negro con Dol-guldur, servía de algo, pues el lenguaje del orco era bastante comprensible para el joven silvano.

Bajó del árbol y se abalanzó sobre el saco, Beorn despertó al resto de la compañía.

Mientras se levantaban, Merennem puso en práctica alguna de las cosas que había aprendido del arte del señor oscuro, la tortura.

El orco, no tardó en dar respuestas al enfurecido joven, una de las preguntas que más asaltaba al grupo era porque razón se habían llevado el cuerpo del elfo. La respuesta encorazonó a algunos y desesperó a otros.

Ithil estaba vivo, pero capturado, y el objetivo era su sacrificio a los dioses oscuros, en un aparatoso conjuro.

Así, Beorn explico que las huellas, fáciles de seguir, conducían hacia una oscura torre, protegida por la guarnición restante de la batalla.
Aunque eran pocos enemigos, no se podía contar con los soldados del Rey, pues acababan de dejar una violenta lucha para entrar en otra. De esta manera un fornido grupo de aventureros se lanzó al rescate del amigo perdido. El orco quedó bajo la tutela de la guardia.

4 comentaris:

Paco ha dit...

Si hay que ir al rescate no dudes en llamar a VV que acudirá en tu ayuda...

Von Germinal ha dit...

Aunque le queda un poco fuera de onda no?
Pero si lo necesito lo llamaré sin dudarlo!!!

SeaSirens ha dit...

Una pregunteta:

Els trolls, son aquells que coneixem tothom, del dibuixos aquells...ja saps, els dels mocs...jeje, o són un altre tipus d'ésser?

Ptns!

Von Germinal ha dit...

Més o menys... com els del David el Gnomo... pero més agresius... que no has vist les pelis del Senyor dels anells?

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