5 de gen. 2009

Armageddon 1ª Parte


Me llamo Germinal, soy capitán de la tercera compañía de los multiangeles de la muerte, un capitulo de marines de rara concepción... Entre las unidades del capitulo, encontramos a marines de todos los capitulos entre las fuerzas del ejercito, entre ellas se encuentra mi unidad de Angeles Sangrientos, mis chicos y yo estuvimos en la segunda batalla de Armageddon, y sufrimos una dura derrota ante las fuerzas personales de Ghazkull Uruk Thraka, ese maldito...
Bien, esa fue la razón por la cual se me traslado a mi actual destino... realmente, nunca, aun después de 5 décadas de lucha contra cualquier enemigo del Imperio han conseguido que me sienta redimido por mi fallo, mis hombres más leales, los que estuvieron conmigo en Armageddon están en la misma posición que yo.

Cuando en la red de transmisiones llegó el mensaje del ataque orko al sector Armageddon de nuevo, encontré la manera de redimir mi error, debía volver allí y matar al propio Ghazkull.

Así, con ese pensamiento en mi cabeza me dirigí a mi señor, el cual me dijo:
- Si... entiendo tu postura... pero, siento decirte esto, sé que eres un noble soldado, has luchado a mi lado y nos hemos salvado la vida varias veces, pero esta vez... no, no puedo concederte ese privilegio, no, estamos demasiado lejos de la zona de guerra.
- Pero... mi señor... – conteste – ahora estamos tranquilos, mi Compañía necesita entrar en acción y redimirse, señor... necesito cumplir este objetivo... sabe que nunca le he pedido nada, pero...
Rápidamente, Heros, el señor del Capitulo, me interrumpió – ¡¡¡¡No!!!! ¡He dicho que no es posible, así que acata mis ordenes!

- Esta bien, si no me concedéis este cumplimiento ante el Emperador, ¡¡¡me lo tomaré por mi mano!!!!
- ¡¡¡¡¡No creo que lo hagas, Capitán Tomás, no... sino deberé considerarte un desertor!!!!!

De esta manera me retiré a mis aposentos, reuniendo a mi compañía dos horas más tarde en el centro de operaciones.

Una vez reunidas mis tropas, les expuse mi conversación con el señor del Capitulo, y les propuse tomarnos la Justicia del Emperador, por nuestras manos, llevándola hasta Armageddon.
Mis más fieles tropas aceptaron seguirme sin pensárselo ni un instante, me conocían y yo ya sabia su contestación, pero algunas de las unidades de mi compañía, agregados de otros capitulos, los cuales no sabia como reaccionarían, no entendieron el motivo de la reunión, si el Señor del capítulo había ordenado que no... se negaron a acompañarme, nunca entenderían realmente mis sentimientos ni mis objetivos, aunque otras, aun corriendo el riesgo de convertirse en marines errantes, se unieron a mi causa, Así, con algo más de la mitad de mis fuerzas de Compañía, embarcamos en nuestro Transporte, y desobedeciendo todas las advertencias, lanzadas desde la Base Monasterio, partimos hacia nuestro ya conocido Armageddon.

Después de dos semanas de viaje por el Espacio Disforme, llegamos a Armageddon, mis soldados estaban deseosos de luchar, deseaban erradicar la presencia orka, les arengué y les informe de nuestra situación:
- Mis fieles tropas, otras veces hemos estado en situaciones potencialmente más peligrosas, y de todas ellas hemos salido indemnes, hemos llorado y recordado a nuestros hermanos de batalla caídos por nuestros enemigos, pero esta vez... debemos regresar con la cabeza de Ghazkull a nuestra fortaleza o no regresar, ese es nuestra misión.

Hombres y mujeres se miraron preguntándose si realmente habían hecho bien en seguirme, pero al instante la Sargento Libertad, mi hermana, les indico que estaban allí para servir los deseos del Emperador y que si deseaban hacerse atrás, tan solo debían esperar en la nave hasta que la guerra acabase y entonces volver a la Fortaleza Monasterio, eso sí, sin ningún honor de batalla y siendo considerados desertores!!!!

Al acabar mi oficial de transmisiones me informó de la comunicación recibida, debíamos poner nuestras fuerzas al servicio del resto de tropas de Armageddon.

Horas después nos presentamos a recibir ordenes, tranquilamente informé de mi objetivo al Comandante de la Guardia Imperial y a uno de los señores de Capitulo allí presentes, me daba igual donde debiese luchar, siempre que estuviese cerca de Ghazkull.

Así debía ser y así sería.

Comuniqué a mis chicos que descendieran en las Thunderhawk, con ellos mis pocos Land Raiders, Rhinos y Predators que se habían unido a mi causa. Pero sobretodo el Dreadnought, su espíritu nos guiaría en la dura campaña que nos esperaba.

Así, mis fuerzas, eran de:
- 73 Hermanos de combate.
- 3 Land Raiders.
- 5 Rhinos.
- 3 Predator Destructor y 2 Predator Annhilator.
- Y el Dreadnought Venerable.

Todo y así, todas mis fuerzas estaban motorizadas, lo cual nos daba una movilidad superior al resto de unidades de infantería y evidentemente una muy superior potencia de fuego.

Nuestro primer objetivo, recuperar una granja de la zona Sur de la colmena Infernus, donde se suponía los orkos habían establecido un campamento de reparación de vehículos, pero aunque se esperaba una gran resistencia, mis hombres debían erradicar aquella espina para poder rebajar la presión de las fuerzas de Infernus, evitando la reconstrucción y/o reparación de los vehículos orkos dañados o destruidos durante aquel día.

La situación no era muy propicia, la zona rodeada por un gran número de unidades orkas, era un barril de pólvora, nos acercamos al objetivo, intentando evitar ser detectados, y por supuesto erradicando cualquier enemigo que nos detectase, cosa que nos hizo perder dos preciosas horas de nuestra corta noche. Realmente los Land Raiders demostraron su valía reduciendo rápidamente a los enemigos más peligrosos, aunque suponíamos que no habíamos sido detectados, envié a los exploradores por delante de la fuerza principal, a pie, debían recorrer una zona de más de 3 Km hasta llegar al objetivo. Los 8 miembros del equipo de exploración, trabajando por parejas, eliminaron a los pocos centinelas que encontraron, y así a los 45 minutos, una pareja regresó, todo estaba muy tranquilo, habían varias Lataz Asesinas rondando, a más de varios tanques orkos, pero estaban en reparaciones en su mayoría.

Sopese las opciones y decidí enviar a los Land Raiders por el lado derecho, la entrada principal al complejo de reparaciones, donde se enfrentarían a la más férrea defensa, aunque su Superblindaje debería resistir todo ese fuego y reducir a sus enemigos.

Los Predators, atacarían por el flanco izquierdo del complejo, el cual estaba delante nuestro, y los Rhinos y el Dreadnought atacarían por la parte trasera de la granja destruida, asaltando rápidamente las desbordadas defensas orkas.

Monté en el Rhino de mando y recite una de las frases que recordaba haber leído en la biblioteca de la Base Monasterio, - Hoy aprendí que el obstáculo más grande es el miedo, hoy aprendí que el mayor error es darse por vencido, hoy aprendí que el mejor maestro es el ejemplo... Avanzad con el poder del Emperador en una mano y el bolter en otra!!!!! Ajusticiad a los enemigos de la humanidad y que conozcan el miedo!!!!!!!

Todos los vehículos avanzaron rápidamente, aunque era campo abierto la noche y la nula presencia de centinelas, eliminados por nuestros precisos exploradores, hizo que la defensa orka no nos detectase hasta estar a menos de 500 metros de sus posiciones, también ayudo que los trabajos de reparación de los Mekanikos orkoides hiciesen el suficiente ruido como para no escuchar nuestros motores rugir.

Así, el Land Raider Fuerza máxima, disparo eliminando a uno de loa tanques ya reparados, esto conmocionó nuestros enemigos, los cuales empezaron a montarse en sus cacharros con ruedas e intentar destruir a las fuerzas atacantes, los Land Raiders; pero en ese momento descubrieron que no eran los únicos atacantes, los Predators asaltaron el flanco destruyendo a los mal colocados tanques de primera línea, los cuales habían empezado a disparar a los Land Raiders, esto indujo a las fuerzas orkas a empezar a replegarse hacia la granja semiderruida atrincherándose con todo tipo de armas antitanque, para su suerte los propios vehículos orkos obstaculizaron la línea de visión de mis tanques a esa posición y se dedicaron a acabar con las pocas unidades de vehículos ligeros que intentaban abatirlos.

Evidentemente cual fue la sorpresa de las unidades orkas atrincheradas en la granja cuando en vez de ver venir a los majestuosos vehículos imperiales se encontraron con cerca de 60 marines asaltando su posición, con armamento de combate cuerpo a cuerpo, yo mismo estaba entre mis hombres buscando a mi objetivo, Ghazkull, aunque evidentemente no creía que estuviese allí, mi espada arrebato 23 vidas antes de volver a ser enfundada en su vaina, mis tropas, después de destruir a los enemigos, se reagruparon rápidamente, desapareciendo con nuestros 6 heridos, sabíamos que nuestro ataque no pasaría desapercibido y que rápidamente nos buscarían, el Emperador esta vez nos había protegido, pero no tanto como yo deseaba, dos de mis Predators debían ser remolcados por el resto de vehículos, estaban sin orugas, esto, claro, retraso mi movimiento de regreso.

Con los orkos pisándonos los talones, y amaneciendo, mis posibilidades de no enfrentarme a una fuerza superior orka se iban reduciendo drásticamente, así que volviendo a usar las grandes posibilidades de mis vehículos, hice que los Rhinos remolcasen a sus hermanos guerreros, mientras mi fuerza acorazada, se desplegaba en retaguardia y en los flancos con las torretas dirigidas hacia atrás.

Pero nuestros perseguidores, rabiosos por la destrucción del complejo y la muerte de los mekanikos se acercaba muy rápidamente, pronto los Land Raiders ya estaban disparando, retrasando al máximo la fuerza atacante, aunque sabía que si nos alcanzaban la mayoría de mis transportes de tropas y sus pertinentes marines morirían a manos de los pieles verdes.

Así cuando los Rhinos consiguieron una ligera ventaja sobre nuestros perseguidores, recordé una leyenda de Terra del siglo XX, un comandante de una fuerza acorazada, había enterrado a sus tanques sin combustible en la arena del desierto para así retrasar el avance enemigo y conseguir un tiempo vital para su reagrupamiento, así, que ordene a mis fuerzas de retaguardia enfrentarse abiertamente a los atacantes y retrasarlos durante algunos minutos.

De esta manera enterré a los dos Predators que estaban retrasando mi retirada, aunque no creía poder volver a buscar a los espíritus máquina de ellos, les prometí que haría lo posible por recuperarlos una vez pasado el peligro.

Una vez dispuestos, hice avanzar rápidamente a los Rhinos y pedir refuerzos para esperar a los orkoides, así una vez planteada la defensa, hice retroceder a los Predators, los cuales habían seguido haciendo fuego de cobertura a los Land Raiders, los cuales llevaban todo el peso de la lucha.

Después fueron los Land Raiders los que se retiraron a toda velocidad, otra vez con las torretas al revés de su posición estandard.

Increíblemente, ninguno de los tanques envueltos en la misión de retraso se vio dañado de seriedad y así con solo dos posibles perdidas, me retiraba de la zona del objetivo.

Pero nuestra suerte debía haber acabado, o Gorko y Morko habían desplazado al Emperador sobre nuestras cabezas... debía desechar esos pensamientos, inducían a la debilidad, el problema un Kazabombardero Orko, todas mis unidades lanzaban salvas y salvas de munición cada vez que el aparato volador nos sobrepasaba... pero sin poder alcanzarlo, uno de los Land Raiders, el numero 3, el Tigre de Limnos, fue alcanzado por una de las bombas orkas, perdiendo su estructura superior y su oruga derecha.
Los marines que estaban en el interior, aún que vivos, estaban expuestos a las ráfagas de akribillador del Kazabombardero, como mis fuerzas estaban menguadas, no podía dejar morir a mis hombres en aquel desierto, así que ordene a mi conductor, - vuelve a por ellos, vamos aprisa, y zigzaguea todo lo que puedas... – cogí el comunicador y hablé – A todas las unidades no se paren, lleguen hasta el punto de encuentro... .

Me giré a mis hombres, y mirando al jefe de unidad, el cabo, armado con su lanzamisiles, le indique que abriese la escotilla superior y se preparase, seria un único disparo, o acertaba o se acabó la campaña para todos nosotros.

El kazabombardero descubrió al Rhino que se dirigía al Land Raider tocado, y se decidió a destruirlo, iniciando un picado a reducida velocidad, para no fallar el disparo.

El cabo abrió la escotilla, saco la punta de arma y su cabeza, localizo en el cielo al aparato orkoide y lo señalizo en el visor, el misil preparado para ser disparado fue bendecido por el tecnomarine que nos acompañaba. Cuando el Rhino estuvo lo bastante cerca del Tigre de Limnos, como para recoger a los supervivientes, el kazabombardero se ponía al alcance del lanzamisiles del cabo, y este no disparaba, el resto de mis tropas se empezó a poner nerviosa por la tardanza del disparo, todos excepto la Sargento Liber y yo, empezaron a gritarle y a hostigarle a que disparase, él tranquilamente esperó, poniendo los nervios de mis chicos a mil, y en el momento en que nuestro amigo orkoide se decidía a lanzar su mortífera bomba, el misil se deslizo del tubo, dirigiéndose directamente al vientre de carga del Kazabombardero, cuando la bomba empezaba a salir de las escotillas del aparato el misil lo impacto produciendo una doble explosión que hizo partir en dos al maldito perseguidor.

De esta manera, los supervivientes se subieron al vehículo rescatador y aunque no cabrían en el interior se colocaron encima de la carrocería, huyendo de los perseguidores terrestres, los cuales habían conseguido sobrepasar a los dos Predators enterrados.

Mientras corríamos por el desierto hacia una de las pocas zonas seguras de la zona, dos cazas Thunderbolt y un Marauder, nos sobrevolaron y empezaron a masacrar a los desprotegídos vehículos orkos.

Días después, se pudo recuperar el cuerpo de Tigre de Limnos y uno de los Predators enterrados, ambos vehículos estaban en muy malas condiciones, pero los Tecnomarines nos aseguraron su recuperación lo más rápidamente posible.

Aún así, mis móviles fuerzas se vieron diezmadas, aunque realmente, la presión acorazada sobre nuestras fuerzas en la colmena Infernus, se redujo, mi objetivo no se había cumplido.

Ghazkull Uruk Thraka seguía con vida... mi redención no estaba cumplida, pero pronto llegaría, de eso estaba seguro.

3 comentaris:

Von Germinal ha dit...

Texto un pelin más largo de lo habitual en mi, todos son de la epoca, este quizas estaba yo algo más crecidito... Aqui empezareis a ver mi interacción con mis tropas.

Saludos

Paco ha dit...

ahhhhggg, mientras te comentaba esta entrada se ha ido la luz y me ha "fastidiao" internet.

seguro que ha sido un ataque de las ordas Orkas a la central electrica de la zona.

General envie sus hombres a la zona B, por favor uergenteeeee...


Bien. Si nos tiras otro tocho como este no podré dedicar mi tiempo a escribir...
"Pasos de bebe", "pasos de bebé"
Un abrazo

SeaSirens ha dit...

Valiente General, que se pasa por "el forro", las ordenes del superior...jeje
Bueno, fa bona pinta, però trobo que massa llarg. Això amb quatre capítols hagués estat la osti!!

Ojalà tothom fes igual que el General Tomás, encara que no hagi pogut aconseguir el seu objectiu.

Molts petons!!

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